Elecciones desdobladas en la mayoría de las provincias, recambio presidencial y una oposición cada vez más unida son motivos suficientes para que Mauricio Macri tenga pocas expectativas en el Congreso durante 2019 y por eso convirtió lo que debía ser el detalle de las acciones legislativas y de gobierno que planifica para el último año de su mandato en un discurso de campaña que apuntó a polarizar con Cristina Kirchner y vincular al peronismo con la corrupción.

Durante la apertura de sesiones sólo tuvo un anunció concreto: un aumento del 46% de la Asignación Universal por Hijo (AUH), que suele aplicarse por resolución. Y prometió cuatro proyectos de ley: la reforma del Código Penal, la nueva ley de ética pública, un cambio a la ley de educación para informar los exámenes de calidad de los alumnos y el régimen penal juvenil, que baja a 15 años la edad de imputabilidad.

Los tres primeros ya habían sido anticipados por Macri hace un año y nunca se conocieron y el último se esperaba en agosto 2017, pero la contienda electoral lo demoró para siempre. Era otra época: el año pasado el Gobierno consideró más efectivo el discurso de mano dura y la baja de imputabilidad calzó justo. La última redacción estuvo a cargo del abogado Ricardo Gil Lavedra y será una de las primeras leyes en debatirse por la comisiones.

La ausencia de medidas económicas o de un claro diagnóstico de como salir de la crisis actual impactaron fuerte en los mercados: subió el dólar y el riesgo país. LPO ya había advertido que la incapacidad del Gobierno para domar la inflación lo había orientado a centrar su discurso en temas de "valores" como la lucha contra la corrupción, eje del último discurso de Macri ante la Asamblea Lagislativa.

Por eso, Presidencia se encargó de difundir especialmente la foto de Macri entrando al Congreso y fundiéndose en un abrazo con la diputada Elisa Carrió, que ha hecho de la lucha contra la corrupción el eje de su carrera política. Macri eligió plegarse a esa agenda, combinada con promesas de mano dura en el combate al delito, como estrategia electoral para buscar su reelección.

Tras el discurso de Macri, el dólar cruzó los $41 y el riesgo país volvió al pico de enero

Sin embargo, la reforma del Código Penal se convirtió en un dolor de cabeza para el presidente: está escrita desde julio, pero canceló tres veces el anuncio para no retomar la discusión sobre el aborto, que acaparó seis meses de debate en 2018 y fue rechazado en el Senado.

"El Código tiene 100 años y está lleno de parches. Hay una propuesta y espero que la aprobemos pronto", vaticinó el jefe de Estado, en referencia al proyecto de 540 artículos redactado por una comisión coordinada por el camarista Mariano Borinsky. Uno de ellos sostiene la prohibición de interrumpir el embarazo en forma voluntaria, pero con una pena menor que convierte al delito en excarcelable.

Macri sólo prometió 4 leyes, todas anunciadas otros años. No hubo menciones a la ley de financiamiento político y la regulación de alquileres.

Alcanza para encender una discusión que Macri prefiere evitar en un año electoral y este mediodía celebró que se haya realizado "con madurez" el año pasado.

En Cambiemos ya hablan de proponer una consulta popular sobre el aborto que despeje el camino para tratar el Código, pero no es un trámite sencillo: por ser un tema penal no sería vinculante y por lo tanto de nada serviría si luego los legisladores se niegan a traducir el resultado de la votación en una ley. 

La diputada Elisa Carrió se acercó a saludar al juez de la Corte, Horacio Rosatti.

LPOMarcelo Arias

El combate a la corrupción será una bandera de Cambiemos en tiempos electorales y la primera carta fue el decreto de extinción de dominio, que permite, mediante un proceso civil, expropiar bienes a quienes están investigados por corrupción y narcotráfico.

El peronismo se unió para rechazarlo en comisión y Macri se anticipó al debate que se vendrá en el recinto. "Que cada quien que se oponga diga dónde está parado y a quién quiere proteger porque se acabó. Se acabó el tiempo en que los delincuentes se salgan con la suya mientras la enorme mayoría trabajamos para sacar este país adelante", gritó y se ganó el aplauso de sus legisladores. La más elocuente fue Elisa Carrió.

Aunque consideran una batalla pública ganada, el martes, en la Casa Rosada, la mesa chica de Cambiemos no resolvió cómo seguir adelante. Si tratan el DNU en Diputados, la oposición puede rechazarlo y aprobar la versión acordada en el Senado, que restringe la extinción al proceso penal. "En ese caso, vamos a denunciar que no quieren una ley retroactiva para proteger a Cristina", acordaron. Esperarán unas semanas.

No será un año fácil para negociar con la oposición y por eso Macri eludió anunciar leyes económicas e ignoró dos asuntos troncales de su gestión que prometió hace un año y fracasaron en el Congreso: el blanqueo laboral y la nueva ley de telecomunicaciones.

No será un año fácil para negociar con la oposición y por eso Macri ignoró dos asuntos troncales de su gestión que prometió hace un año y fracasaron en el Congreso: el blanqueo laboral y la nueva ley de telecomunicaciones.

El primero fue parte de un paquete de tres leyes enviadas por Jorge Triaca en noviembre de 2017 y frenadas por los senadores del PJ por presión de Hugo Moyano, que junto a muchos de sus colegas temía convertir esas normas en herramientas muy útiles para flexibilizar empleo y no tanto para crearlo. 

La regulación integral de las telecomunicaciones apunta a ser una de las grandes cuentas pendientes de la presidencia de Macri, que ni siquiera consiguió aprobar una ley corta para que las telefónicas brinden TV satelital. 

Ante los legisladores, ignoró esa frustración y celebró una cobertura del 90% en 4G y al triple de velocidad que en 2015, aunque las empresas (sobre todo Claro y Telefónica) reclaman una ley regulatoria con un plan de frecuencias y no seguir rigiéndose por decretos parches que Macri firma al inicio de cada año. El último fue el 21 de enero, para habilitar la licitación de frecuencias de Arsat, rechazado por la oposición en comisión.

La ley de ética pública fue anunciada por Laura Alonso en el verano de 2018 con el objetivo de reducir los casos de nepotismo en los tres poderes del Estado. Macri la prometió el 1 de marzo siguiente pero nunca llegó y este mediodía la mencionó al pasar como parte de "claros ejemplos de un cambio muy profundo que es la base para todo lo demás".

La comparó con normas sancionadas como la ley de arrepentido y la de Defensa de la Competencia pero no dio detalles de cuándo terminará de escribirla.

El presidente dedicó varios párrafos a la igualdad de género, pero no anticipó proyectos, ni siquiera los dos pendientes de 2018: el aumento de la licencia por paternidad y la igualdad salarial entre hombres y mujeres, que según el Indec cobran 30% menos. La poca actividad del Congreso complicó un acuerdo.

Tampoco mencionó la ley de alquileres con dictamen en Diputados y congelada tras una visita de operadores inmobiliarios a la Casa Rosada. El diputado kirchnerista Adrián Grana presentará un proyecto propio para sumar el tema a la campaña electoral y para protegerse, Ivan Kerr, subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, trabaja en un texto alternativo con legisladores de Cambiemos.

El presidente no habló de la ley para regular el financiamiento de las campañas políticas, con dictamen en el Senado y de mucho interés en los candidatos presidenciales del peronismo federal y Cambiemos, golpeado por la denuncia de aportantes truchos en la provincia. La negociaciones están difíciles, porque el kirchnerismo se resiste y alienta a la rebelión a los compañeros de Miguel Pichetto. Prefirió no decir nada.